CUEVA DEL TORNO, RÍO AGUASMULAS-33
RECORRIENDO EL RIO
En una llanura sembrada de nogueras que luego más tarde me dirá cómo se llama, nos encontramos las vacas acostadas. Al verlas las llama y los animales lo miran confiados. Seguimos un poco más y frente a la misma llanura, sobre una pequeña lomilla, nos sentamos de cara al río. Le pregunto por los nombres del rincón este, partiendo desde el Borosa.
- Pues más abajo del Borosa, lo primero son los llanos esos de la Loma, en la punta de abajo “enderecho” a la Loma, donde se cuela el río, está Hacicaperales. La Huelga Parra es la que le sigue a Hacicaperales, sólo que la primera está en aquel lado y la segunda se encuentra en el lado de la Hortezuela. Luego el Soto, la Huelga Potra, un poco más abajo la Huelga Carretera, la Huelga el Tomillar, esta y por debajo del Vado del río, eso de la Golondrina que le decían el llano de la Farfolla, el llano Arance, el llano Curica y los Brígidos.
- Y eso de la boda de la Sixta ¿cómo fue?
- Era una que vivía por la caseta forestal de Roblehondo. Hasta me acuerdo de la copla que le cantaba ella al novio.
- ¿Cómo era la copla?
- Pues decía así:
“Tres días hace con hoy
y cuatro con el del mañana,
eso hace que no te he visto
ni tampoco tengo ganas”.
Y cantaba muy bien. La que cantaba era una que le decían Francisca. Era del Campillo del Royo Frío. Una finca muy grande que había allí. En esas tierras antes sólo se veían habichuelas blancas y panizos. Aquello eran unas tierras muy buenas. Hasta me acuerdo cuando era la feria de Burunchel, un feriazo de miedo, que todo el mundo iba con sus guitarras y platillos. Era muy grande esa feria. En cuanto llegas por lo alto de la cuerda se sentía la orquesta de guitarras. Aquello era precioso.
- ¿Y cómo fuiste tú a la boda de la Sixta?
- Que fuimos desde la Hortizuela. Eramos un tío mío, una hermana que es la que ha muerto y no me acuerdo si iba otro con nosotros.
- ¿Pero aquello fue para cantar en la boda?
- Es que eramos amigos del novio.
- Ya lo entiendo, pero fíjate que ahora que estamos con los recuerdos de una boda, se me viene a la mente algo que he oído muchas veces por estas sierras. Eso de que algunas veces, se ha dado el caso de hombres que velan para trabajar y para todo menos para hacer uso del matrimonio ¿qué es?
- La historia puede ser verdad, pero para contartela, tengo que empezar por el principio.
En una llanura sembrada de nogueras que luego más tarde me dirá cómo se llama, nos encontramos las vacas acostadas. Al verlas las llama y los animales lo miran confiados. Seguimos un poco más y frente a la misma llanura, sobre una pequeña lomilla, nos sentamos de cara al río. Le pregunto por los nombres del rincón este, partiendo desde el Borosa.
- Pues más abajo del Borosa, lo primero son los llanos esos de la Loma, en la punta de abajo “enderecho” a la Loma, donde se cuela el río, está Hacicaperales. La Huelga Parra es la que le sigue a Hacicaperales, sólo que la primera está en aquel lado y la segunda se encuentra en el lado de la Hortezuela. Luego el Soto, la Huelga Potra, un poco más abajo la Huelga Carretera, la Huelga el Tomillar, esta y por debajo del Vado del río, eso de la Golondrina que le decían el llano de la Farfolla, el llano Arance, el llano Curica y los Brígidos.
- Y eso de la boda de la Sixta ¿cómo fue?
- Era una que vivía por la caseta forestal de Roblehondo. Hasta me acuerdo de la copla que le cantaba ella al novio.
- ¿Cómo era la copla?
- Pues decía así:
“Tres días hace con hoy
y cuatro con el del mañana,
eso hace que no te he visto
ni tampoco tengo ganas”.
Y cantaba muy bien. La que cantaba era una que le decían Francisca. Era del Campillo del Royo Frío. Una finca muy grande que había allí. En esas tierras antes sólo se veían habichuelas blancas y panizos. Aquello eran unas tierras muy buenas. Hasta me acuerdo cuando era la feria de Burunchel, un feriazo de miedo, que todo el mundo iba con sus guitarras y platillos. Era muy grande esa feria. En cuanto llegas por lo alto de la cuerda se sentía la orquesta de guitarras. Aquello era precioso.
- ¿Y cómo fuiste tú a la boda de la Sixta?
- Que fuimos desde la Hortizuela. Eramos un tío mío, una hermana que es la que ha muerto y no me acuerdo si iba otro con nosotros.
- ¿Pero aquello fue para cantar en la boda?
- Es que eramos amigos del novio.
- Ya lo entiendo, pero fíjate que ahora que estamos con los recuerdos de una boda, se me viene a la mente algo que he oído muchas veces por estas sierras. Eso de que algunas veces, se ha dado el caso de hombres que velan para trabajar y para todo menos para hacer uso del matrimonio ¿qué es?
- La historia puede ser verdad, pero para contartela, tengo que empezar por el principio.
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