10.10.2008

Recorriendo las soledades blancas por las Cumbres de la Sierra de La Cabrilla. El silencio y la proximidad del cielo, embriagan al corazón y el deseo de hacerse juego con el bosque recorre todas las fibras del alma. Ya en las cumbres, la dureza del clima los va destruyendo poco a poco. Impresionante visión donde la paz y los silencios son limpios y hondos como la luz y la brisa.

CAMPOS DE HERNAN PELEA. La gran extensión de esta llanura a casi 1500 m. y antigua laguna, la llena de mil secretos y contrastes. Por Cañada Pajarera y Arroyo del Infierno se deslizan muchas de las lluvias y nieves caídas por estos lugares. Por un lado Nava de Paulo y por el otro el desierto hasta las cumbres de Las Banderillas.

Por Pinar Negro, en Los Campos de Hernán Pelea, abunda el pastoreo; la famosa oveja Segureña. Las soledades del paisaje bajo la dureza del verano. Por estas zonas el agua se hunde por las dolinas y brota en los ríos Seguras y Aguasmulas. Cumbres del Pico Banderillas y a la derecha los famosos Campos de Hernán Pelea. Paisajes por la cumbre del Pico Calarilla en la altiplanicie donde empieza a formarse el Arroyo de los Órganos.
ALTIPLANICIE DEL CALARILLAS. Desde el pico Calarilla, pequeñas llanuras y pendientes donde las aguas comienza sus andaduras buscando los cauces de Valdecuevas, Guadahornillos y el río Borosa. Al fondo el Banderillas y los Campos de Hernán Pelea hacia la derecha.El famoso e impresionante Puente llamado de Guadahornillo al comienzo de la Cordillera. Aquí nace el Arroyo Guadahornillo, más abajo llamado de Las Truchas y que es el más importante afluente de nuestro río Azul: El Borosa. Para la otra vertiente corren los Arroyos de Valdecuevas y Valdetrillo; dos bellos cauces que llevan sus cristalinas aguas al río Guadalentín después de atravesar estrechas gargantas y Navas tan bellas como la de S. Pedro.Hermosa llanura en lo más alto de la cordillera del Calarilla y que yo llamo Nava de las Mariposas por su abundancia en este lugar. Por el Barranco de Las Iglesias todo sorprende. El bosque se enreda en las rocas de las cumbres y las rocas besan las estrellas. Grandes paredes saludan desde lo más alto. Desde estas pendientes el agua busca el cauce de Arroyo de Las Truchas. Rocas rotas por el frío, las lluvias y el viento.Casa forestal de Roblehondo. Hoy está deshabitada allá donde la paz llena los barrancos sin otra compañía que los hondos silencios, el canto de los pájaros, el rumor de la lluvia y el frío de las nieves. Algo más abajo corre el famoso Arroyo de Las Truchas por entre espesos robledales y madroñeras.Junto a la pista forestal que desde Linarejos avanza para recorrer esta zona hasta el río Borosa, estos plegamientos rocosos en lo hondo del Barranco. Vista de la Campana desde Puerto Calvario. Barranco de Roblehondo. Robles y encinas por Roblehondo. Arcerales por el Barranco de las Iglesias.EL ARROYO DE GUADAHORNILLO Y DE LAS TRUCHAS. Este es el bellísimo cauce Guadahornillo a su paso por el puente cerca de la casa antes descrita. El mismo arroyo ya por las partes bajas, cerca de la desembocadura en el Borosa. Después de atravesar el espeso bosque de madroños, durillo, brezo, robles y pinos que cubre toda la zona por Roblehondo, el limpio cauce, semejante a viento, remansa poco a poco, sus aguas sin dejar de bajar al encuentro de su río. Ya no tan alocado como en sus primeros tramos sino remansado y escurridizo por entre piedras, recovecos, y cascadas; se viste de luz como preparándose al abrazo con su compañero de cumbres. En las fotos, nuestro cauce muy cerca ya del río.Lechos de piedras y agua del Arroyo de las Truchas en sus zonas bajas.ARROYO DE VALDEAZORES. Justo en el Collado Bermejo comienza a tomar forma este arroyo. Por el barranco baja la pista forestal que lleva a la Laguna y junto a ella, desciende el cauce. Un aspecto de este arroyo casi en la misma cañada cuna de su nacimiento.Antes de llegar a la Laguna, después de unas curvas donde las rocas y el bosque se agigantan, entre zarzas, sombras, peñascos y oscuridad de las umbrías, el Arroyo de Valdeazores regurgita sus aguas de las entrañas de la tierra. Este es en realidad el nacimiento de este arroyo.Así brotan las aguas de este nacimiento; de una pequeña cueva entre rocas y enseguida caen al cauce mayor. Salen cristal y frías como hielo, pero dejando vida en el musgo agarrado a las piedras y esparciendo música por la soledad del barranco. Quizá este lugar podría ser uno de los puntos o fuentes donde deberíamos situar el letrero de NACIMIENTO DEL RIO.

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