10.10.2008


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ENSUEÑO DE CRISTAL
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El río Borosa en fotos


Las fotos que se muestran en el presente trabajo fueron hechas con una cámara analógica, hace más de 20 años. El parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas, fue declarado parque como tal, en el año 1986. Por esas fechas y algunos años después, fueron hechas algunas de las fotos que pongo en este libro.

Quiero decir que, algunas de estas imágenes, no tienen mucha calidad. La tecnología de aquellos años era otra a la de hoy y el material se ha deteriorado mucho. Pero aun así he decidido reunir una sencilla colección de estas imágenes y narrar con ellas la pequeña historia que sigue a continuación. Aquellos eran otros tiempos donde, muchas de las cosas en estas sierras, presentaban una dignidad distinta a la de hoy y por eso se veían con otros ojos.


Índice

Paisajes de cabecera
Por donde la laguna y Aguas Negras
Salto de los Órganos, cordillera de las Banderillas
Salto de los Órganos hasta el Charco de la Cuna
Algo de flora y fauna


El río en su tramo bajo antes de entregarse al Guadalquivir

El río en su tramo medio por donde ya se remansa en la Laguna de Valdezares en un juego de luz, verdes y azules. Las aguas se van reuniendo y algo más abajo ya formarán el cauce que irá poco a poco creciendo. Una tarde otoñal por la cristalina laguna.

El río en sus primeras aguas por la ladera norte del pico Empanadas. Manan por la Cabrilla y corren un poco por Rambla Seca para filtrarse y volver a brotar por el manantial de Aguas Negras. En la foto Rambla Seca por debajo de la Cabrilla y el pico Empanadas al fondo.


Viento y luz, nieve y silencios; llanuras donde los espacios se agigantan y las soledades se ahondan bosques de sombras que se estiran dibujando caprichos y más caprichos y arroyos limpios, pequeñitos y frágiles que se ocultan y brotan; ensueños de noches en calma donde sólo caen copos con días de sol y lluvia; amaneceres azules y estrellas de hielo, así son las cumbres que dan vida al RIO BOROSA.

El frágil río niño
que sólo juega y juega sin dejar de caer besando rocas y arena; es hermano pequeño del Guadalquivir que llora y compañero de bosques donde los madroños enrojecen en otoño por las cumbres de montañas recias y frías. Este es el Borosa, el último río transparente por los rincones del Sur que aún surca las sierras y retoza a sus anchas en remansos y recodos, lejos todavía del mundo humano, y limpio, limpio como ya no hay cauces en el Planeta Tierra.

¡Oh! Río de montaña
con carne de nieve
y sabor de viento,
¿Por cuánto tiempo aún
seguirás cristal?

Grácil río de cumbres
con alma de granizo
y corazón de luna,

qué bello eres
y qué gozo das;
tú río blanco
que lento te vas
¿Por cuánto tiempo aún
Seguirás cristal?


A continuación te presento una breve selección de fotos donde se recogen algunos de los paisajes, que de alguna manera, forman parte de las cordilleras, cuencas, barrancos y corrientes del río Borosa. La idea fundamental es sólo mostrar algunas de las incomparables bellezas de otro rincón más de este Parque. Sin duda que se puede hacer distinto y mejor. Más científico y con otras imágenes diferentes, pero eso queda en la libertad y el gusto de otros. Yo te lo presento de la forma que he sabido hacerlo y que más me llena.


ALGUNOS DATOS. El Borosa en su comienzo o parte alta del cauce, recibe el nombre de Arroyo del Infierno, Río Valdeazores y Valdecazorilla y finalmente río Borosa. Por encima del Salto de los Órganos se remansan las aguas de la Laguna de Valdeazores y el Pantano de La Feda. Junto a éste último brota el caudaloso manantial de Aguas Negras.


Este río tiene quince kilómetros de recorrido desde su nacimiento hasta la desembocadura en el Río Guadalquivir. La extensión de su cuenca es 137 kilómetros cuadrados. Su compañero, algo más abajo, el río Aguasmulas, llamado en otros tiempos "Arroyo del Hombre", sólo tiene nueve kilómetros de recorrido y su cuenca no sobrepasa los 29 k2. El río Borosa es el primer cauce con entidad que recibe el Guadalquivir a unos 35 kilómetros del nacimiento de este último. El Borosa recibe aguas de La Sierra de La Cabrilla, parte de los Campos de Hernán Pelea, cordillera del Pico Calarilla y Banderillas cuyas robustas y rocosas cumbres, son partidas por el centro por las aguas del río que nos ocupa, justo donde se ha originado el hermoso Salto de Los Órganos.

El río Borosa corre desde el sur al noroeste encontrándose casi en el centro del Parque Natural; atraviesa los más bellos parajes y bosques autóctonos de estas sierras. En él abundan las truchas aunque es coto intensivo. Lo recorre una pista forestal desde la piscifactoría hasta la central eléctrica cerca del Salto de Los Órganos y a lo largo de su cauce existen unos doce puentes.


Recorriendo las soledades blancas por las Cumbres de la Sierra de La Cabrilla. El silencio y la proximidad del cielo, embriagan al corazón y el deseo de hacerse juego con el bosque recorre todas las fibras del alma.


Por el barranco donde empieza a deslizarse el Arroyo del Infierno, los pinos laricios forman frágiles bosques. Estos árboles son los que alcanzan mayores cotas en todo el Parque. Frente a la cumbre de las Empanadas.

Recorriendo las soledades blancas por las Cumbres de la Sierra de La Cabrilla. El silencio y la proximidad del cielo, embriagan al corazón y el deseo de hacerse juego con el bosque recorre todas las fibras del alma. Ya en las cumbres, la dureza del clima los va destruyendo poco a poco. Impresionante visión donde la paz y los silencios son limpios y hondos como la luz y la brisa.

CAMPOS DE HERNAN PELEA. La gran extensión de esta llanura a casi 1500 m. y antigua laguna, la llena de mil secretos y contrastes. Por Cañada Pajarera y Arroyo del Infierno se deslizan muchas de las lluvias y nieves caídas por estos lugares. Por un lado Nava de Paulo y por el otro el desierto hasta las cumbres de Las Banderillas.

Por Pinar Negro, en Los Campos de Hernán Pelea, abunda el pastoreo; la famosa oveja Segureña. Las soledades del paisaje bajo la dureza del verano. Por estas zonas el agua se hunde por las dolinas y brota en los ríos Seguras y Aguasmulas. Cumbres del Pico Banderillas y a la derecha los famosos Campos de Hernán Pelea. Paisajes por la cumbre del Pico Calarilla en la altiplanicie donde empieza a formarse el Arroyo de los Órganos.
ALTIPLANICIE DEL CALARILLAS. Desde el pico Calarilla, pequeñas llanuras y pendientes donde las aguas comienza sus andaduras buscando los cauces de Valdecuevas, Guadahornillos y el río Borosa. Al fondo el Banderillas y los Campos de Hernán Pelea hacia la derecha.El famoso e impresionante Puente llamado de Guadahornillo al comienzo de la Cordillera. Aquí nace el Arroyo Guadahornillo, más abajo llamado de Las Truchas y que es el más importante afluente de nuestro río Azul: El Borosa. Para la otra vertiente corren los Arroyos de Valdecuevas y Valdetrillo; dos bellos cauces que llevan sus cristalinas aguas al río Guadalentín después de atravesar estrechas gargantas y Navas tan bellas como la de S. Pedro.Hermosa llanura en lo más alto de la cordillera del Calarilla y que yo llamo Nava de las Mariposas por su abundancia en este lugar. Por el Barranco de Las Iglesias todo sorprende. El bosque se enreda en las rocas de las cumbres y las rocas besan las estrellas. Grandes paredes saludan desde lo más alto. Desde estas pendientes el agua busca el cauce de Arroyo de Las Truchas. Rocas rotas por el frío, las lluvias y el viento.Casa forestal de Roblehondo. Hoy está deshabitada allá donde la paz llena los barrancos sin otra compañía que los hondos silencios, el canto de los pájaros, el rumor de la lluvia y el frío de las nieves. Algo más abajo corre el famoso Arroyo de Las Truchas por entre espesos robledales y madroñeras.Junto a la pista forestal que desde Linarejos avanza para recorrer esta zona hasta el río Borosa, estos plegamientos rocosos en lo hondo del Barranco. Vista de la Campana desde Puerto Calvario. Barranco de Roblehondo. Robles y encinas por Roblehondo. Arcerales por el Barranco de las Iglesias.EL ARROYO DE GUADAHORNILLO Y DE LAS TRUCHAS. Este es el bellísimo cauce Guadahornillo a su paso por el puente cerca de la casa antes descrita. El mismo arroyo ya por las partes bajas, cerca de la desembocadura en el Borosa. Después de atravesar el espeso bosque de madroños, durillo, brezo, robles y pinos que cubre toda la zona por Roblehondo, el limpio cauce, semejante a viento, remansa poco a poco, sus aguas sin dejar de bajar al encuentro de su río. Ya no tan alocado como en sus primeros tramos sino remansado y escurridizo por entre piedras, recovecos, y cascadas; se viste de luz como preparándose al abrazo con su compañero de cumbres. En las fotos, nuestro cauce muy cerca ya del río.Lechos de piedras y agua del Arroyo de las Truchas en sus zonas bajas.ARROYO DE VALDEAZORES. Justo en el Collado Bermejo comienza a tomar forma este arroyo. Por el barranco baja la pista forestal que lleva a la Laguna y junto a ella, desciende el cauce. Un aspecto de este arroyo casi en la misma cañada cuna de su nacimiento.Antes de llegar a la Laguna, después de unas curvas donde las rocas y el bosque se agigantan, entre zarzas, sombras, peñascos y oscuridad de las umbrías, el Arroyo de Valdeazores regurgita sus aguas de las entrañas de la tierra. Este es en realidad el nacimiento de este arroyo.Así brotan las aguas de este nacimiento; de una pequeña cueva entre rocas y enseguida caen al cauce mayor. Salen cristal y frías como hielo, pero dejando vida en el musgo agarrado a las piedras y esparciendo música por la soledad del barranco. Quizá este lugar podría ser uno de los puntos o fuentes donde deberíamos situar el letrero de NACIMIENTO DEL RIO.

LAGUNA DE VALDEAZORES. Esta es la tan sonada Laguna de Valdeazores vista desde lo alto de Los Castellones de Los Ríos. En lo hondo de las sierras, entre bosques de pinos y rocas, como si de un espejismo se tratara, el agua se remansa plácida para que el cielo se recree y las aves la surquen. Desde cerca la Laguna se ve rodeada de pinares, juncos por donde los patos nadan y viven a sus anchas, orquídeas y otras mil flores y plantas propias de estos lugares. Desde cualquier ángulo de sus bordes, cualquier día es bueno para gozar las azules transparencias de estas aguas.Siempre destella con el color de los bosques y cielos que le rodean, siempre es luz y siempre se mece con la suavidad del viento. Escondida entre soledades, rocas y pinos, es todo un ensueño.
JUEGOS DE LUZ, REMANSOS DE PAZ. ONDULACIONES AZULADAS, VERDES O GRISES, COMO si el viento mismo, al bajar de las cumbres, se quedara, embalsado entre juncos. ETERNIDAD, LUZ, COLOR Y BELLEZA. Un día nublado; las aguas se remansan tibias besadas por la placidez y el silencio. Las nubes negras se reflejan en los bordes y la luz blanca, hermosa emerge del centro.El cielo limpio, teñido de azul, surge por las cumbres. Las aguas sangran azul, verde y oro como si brotaran del sueño del misterio. Es la belleza sin nombre. A media mañana; el cielo a rato está nublado y a ratos no. La laguna se despliega en un sueño de fantasía. Por su centro pasa el azul del cielo escondiéndose en algodones blancos, por sus bordes juguetean las rocas y los pinos. Se va yendo la tarde. De los arroyos de viento la laguna brota esmeralda y tiñe sus bordes de transparencias celestes. La tierra roja de la orilla y los pinos de las cumbres la miran absortos. En esta foto se ve un aspecto del cauce del río Valdeazores recién salido de la laguna y camino ya del Pantano de la Feda. Al fondo el Picón del Haza. Y por la noche, cuando silenciosa y solitaria, la luna recorre las sierras llevándose en sus rayos las esencias del espliego que brota en los ríos, la laguna abre su alma y rasga sus venas para que la transparencia de la luz se le cuele dentro. El gozo le sube corazón arriba y al llegarle a la cara se esparce en un mar de plata y viento. El JUEGO ABSURDO DE LOS HUMANOS. Junto a las aguas de esta laguna existía este bello refugio construido en tiempos remotos y derribados hace poco y quién sabe si será de nuevo levantando como otras muchas cosas en este Parque. CUNA DEL EMBALSE DE LA FEDA. Desde más arriba del manantial y el mismo cauce del arroyo, se contempla esta panorámica. Embalse de la Feda y desfiladero por donde se va el río Borosa. Al fondo Peña Corva y el Pedro Miguel.Otro remanso más de cristal entre paisajes de alta montaña e impresionantes paredones rocosos. Este es el Embalse de La Feda en medio de cumbres, silencios y bosques. Sin duda que este rincón sería más bello si los humanos lo hubieran dejando como el Creador lo modeló. Esta es su boca; se abre recia cual monstruo pétreo que duerme eterno y regurgita sangre con destellos de oro y nieve. Surge fría como el hielo líquido, pero tan limpia que de no ser por las algas negras y verdes de las rocas, seria imposible verla. Es el capricho obra maestra de estas sierras. EL MANANTIAL DE AGUAS NEGRAS. Aprisionado por rocas y oscuridades, surge furioso y encajonado se desliza por la garganta. Es como un rumor de mil sueños atropellándose entre espumas y olas.

En otros tiempos este rincón era un delicioso pequeño paraíso. En estos tiempos, los que por aquí un día y otro venimos, hacemos mucho daño. Siempre he pensado que, la naturaleza, para que conserve su frescura, transparencia y belleza eterna, lo mejor es ni rozarla. Pero nuestro afán es siempre el de aprovecharnos de la virginidad, luces y colores que la naturaleza irradia y esto, muchas veces, acaba en desastre. Un trozo del Pantano de la Feda en el lado derecho que es por donde le entra el cauce que viene de la laguna, algo más arriba. Margen derecho de este mismo pantano por donde le llegan las aguas que bajan por el Arroyo del Infierno y el Manantial de Aguas Negras. Al fondo, los Castellones del Valle. En la foto se ve el muro del embalse descrito más atrás tomado desde el río Borosa según se sube y una muestra de los paisajes que le rodea. EL RIO BOROSA comenzamos ya el recorrido de este cauce a partir del Pantano de la Feda hasta la piscifactoría, un poco antes de la desembocadura en el Guadalquivir. En la foto el gran escalón cortado en la cordillera, famosa cascada conocida por El Salto de Los Órganos.Un trozo de la cordillera de Las Banderillas y Calarilla por donde el río la corta en dos. Es el barranco Salto de Los Organos. La nieve, el agua y el viento han ido formando mil repisas, agujas y recovecos. Cuerda de las Banderillas con el Castellón del Haza.