papel a todo color, en estos dos sitios: ENSUEÑO DE CRISTAL
y también aquí: El río Borosa en fotos
Quiero decir que, algunas de estas imágenes, no tienen mucha calidad. La tecnología de aquellos años era otra a la de hoy y el material se ha deteriorado mucho. Pero aun así he decidido reunir una sencilla colección de estas imágenes y narrar con ellas la pequeña historia que sigue a continuación. Aquellos eran otros tiempos donde, muchas de las cosas en estas sierras, presentaban una dignidad distinta a la de hoy y por eso se veían con otros ojos.
Índice
Paisajes de cabecera
Por donde la laguna y Aguas Negras
Salto de los Órganos, cordillera de las Banderillas
Salto de los Órganos hasta el Charco de la Cuna
Algo de flora y fauna
El río en sus primeras aguas por la ladera norte del pico Empanadas. Manan por la Cabrilla y corren un poco por Rambla Seca para filtrarse y volver a brotar por el manantial de Aguas Negras. En la foto Rambla Seca por debajo de la Cabrilla y el pico Empanadas al fondo.
Viento y luz, nieve y silencios; llanuras donde los espacios se agigantan y las soledades se ahondan bosques de sombras que se estiran dibujando caprichos y más caprichos y arroyos limpios, pequeñitos y frágiles que se ocultan y brotan; ensueños de noches en calma donde sólo caen copos con días de sol y lluvia; amaneceres azules y estrellas de hielo, así son las cumbres que dan vida al RIO BOROSA.
El frágil río niño
que sólo juega y juega sin dejar de caer besando rocas y arena; es hermano pequeño del Guadalquivir que llora y compañero de bosques donde los madroños enrojecen en otoño por las cumbres de montañas recias y frías. Este es el Borosa, el último río transparente por los rincones del Sur que aún surca las sierras y retoza a sus anchas en remansos y recodos, lejos todavía del mundo humano, y limpio, limpio como ya no hay cauces en el Planeta Tierra.
¡Oh! Río de montaña
con carne de nieve
y sabor de viento,
¿Por cuánto tiempo aún
seguirás cristal?
Grácil río de cumbres
con alma de granizo
y corazón de luna,
qué bello eres
y qué gozo das;
tú río blanco
que lento te vas
¿Por cuánto tiempo aún
Seguirás cristal?
A continuación te presento una breve selección de fotos donde se recogen algunos de los paisajes, que de alguna manera, forman parte de las cordilleras, cuencas, barrancos y corrientes del río Borosa. La idea fundamental es sólo mostrar algunas de las incomparables bellezas de otro rincón más de este Parque. Sin duda que se puede hacer distinto y mejor. Más científico y con otras imágenes diferentes, pero eso queda en la libertad y el gusto de otros. Yo te lo presento de la forma que he sabido hacerlo y que más me llena.
ALGUNOS DATOS. El Borosa en su comienzo o parte alta del cauce, recibe el nombre de Arroyo del Infierno, Río Valdeazores y Valdecazorilla y finalmente río Borosa. Por encima del Salto de los Órganos se remansan las aguas de la Laguna de Valdeazores y el Pantano de La Feda. Junto a éste último brota el caudaloso manantial de Aguas Negras.
Este río tiene quince kilómetros de recorrido desde su nacimiento hasta la desembocadura en el Río Guadalquivir. La extensión de su cuenca es 137 kilómetros cuadrados. Su compañero, algo más abajo, el río Aguasmulas, llamado en otros tiempos "Arroyo del Hombre", sólo tiene nueve kilómetros de recorrido y su cuenca no sobrepasa los 29 k2. El río Borosa es el primer cauce con entidad que recibe el Guadalquivir a unos 35 kilómetros del nacimiento de este último. El Borosa recibe aguas de La Sierra de La Cabrilla, parte de los Campos de Hernán Pelea, cordillera del Pico Calarilla y Banderillas cuyas robustas y rocosas cumbres, son partidas por el centro por las aguas del río que nos ocupa, justo donde se ha originado el hermoso Salto de Los Órganos.
El río Borosa corre desde el sur al noroeste encontrándose casi en el centro del Parque Natural; atraviesa los más bellos parajes y bosques autóctonos de estas sierras. En él abundan las truchas aunque es coto intensivo. Lo recorre una pista forestal desde la piscifactoría hasta la central eléctrica cerca del Salto de Los Órganos y a lo largo de su cauce existen unos doce puentes.
Recorriendo las soledades blancas por las Cumbres de la Sierra de La Cabrilla. El silencio y la proximidad del cielo, embriagan al corazón y el deseo de hacerse juego con el bosque recorre todas las fibras del alma.
Por el barranco donde empieza a deslizarse el Arroyo del Infierno, los pinos laricios forman frágiles bosques. Estos árboles son los que alcanzan mayores cotas en todo el Parque. Frente a la cumbre de las Empanadas.